Summary: | El 8 de mayo de 1815, Bolívar, comandante de los ejércitos de la primera República latinoamericana, creada por la Constitución de Tunja en 1811, culminaba una de las páginas más difíciles del fratricidio latinoamericano. Cercado, sin armas y sin alimentos para sus tropas, rechazado por las élites cartageneras, hostigado por los pueblos que rodeaban la ciudad, se instaló en el cerro de la Popa para evitar el fuego del ejército de la ciudad disparado desde el castillo de San Felipe, mientras sus partidarios, más de 80 líderes y activistas populares, eran apresados y puestos en un barco con escasas provisiones hacia el exilio, ante el temor de que Bolívar restituyera a los expulsados pardos, mulatos y negros que podían poner en peligro la estabilidad de sus élites gobernantes, desactivando una revuelta en favor del proyecto de la república unitaria.
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