Summary: | La fresa es un cultivo de alto valor económico, nutricional y medicinal. Sin embargo, es altamente susceptible al ataque de patógenos, por lo cual, uno de los principales retos en el desarrollo del cultivo e incluso en la poscosecha de la fruta, es el manejo de las enfermedades que en su gran mayoría, son de carácter fungoso, seguidas por algunos problemas bacterianos, de nematodos y muy pocos ocasionados por virus. El manejo de estas patologías está fundamentado en el uso de un amplio arsenal de productos para la protección de cultivos comúnmente llamados pesticidas, los cuales generan alto riesgo para la salud humana y ambiental, además de afectar la inocuidad de la fruta e incrementar los costos de producción. En este sentido, surge la necesidad de buscar alternativas para el manejo integrado de enfermedades. Una de las estrategias más estudiadas en los últimos años ha sido el uso de antagonistas microbianos con el fin de regular las poblaciones de fitopatógenos en los cultivos. El amplio espectro de estos microorganismos contra diferentes blancos patológicos, la posibilidad de incluirlos antes y durante el establecimiento del cultivo e incluso en la poscosecha, y la multifuncionalidad que presentan no solo como agentes de control biológico, sino como promotores del crecimiento vegetal y biofertilizantes, hacen que la inclusión de esta estrategia biológica en el manejo integrado de enfermedades sea atrayente para los productores, los cuales deben adaptarse a las exigencias de los consumidores que cada día demandan más productos limpios e inocuos.
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