Summary: | En nuestros días, los jueces, y especialmente el Tribunal Constitucional,gozan de un amplio margen de discrecionalidad, como consecuencia,entre otros factores, del creciente recurso a los principios jurídicos, dadala vaguedad que caracteriza a este tipo de normas. Si bien es cierto queesta discrecionalidad es inevitable, también lo es que debe ser de algúnmodo fiscalizada para impedir que derive en arbitrariedad y que supongauna amenaza para los principios de igualdad y de seguridad jurídica.Entre estas medidas, pueden proponerse algunas como la mayorvinculación de los órganos jurisdiccionales al precedente o la búsquedade fórmulas que hagan del Tribunal Constitucional un órgano másrepresentativo de la sociedad.
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