Summary: | A los colombianos se nos ofreció una transformación sustancialen el proceso penal con el advenimiento del sistema acusatorio:celeridad, eficiencia y vigencia de los derechos fundamentales.Sin embargo, la realidad ha sido distinta: una indagaciónpreliminar sin término definido y, además, secreta, unos actos deinvestigación realizados por la Fiscalía sin la intervención de ladefensa, unas decisiones del órgano acusador sin recursos y sincontrol judicial, establecimiento de unas penas de prisión másseveras, cuyos destinatarios son los sectores más desprotegidosde la sociedad, con el objeto de estimular los allanamientos, lospreacuerdos y las negociaciones que eviten la realización del juiciooral, en fin, un proceso diseñado para que el Estado “gane” y elciudadano “pierda”, en aras del eficientismo, es decir, la justiciapenal manejada como una empresa.
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