La muerte de un barco

Dicen que la muerte es triste, y puede que así sea –según qué muertes y quién es el muerto—. Pero hay dos tipos de muerte que me fascinan sobre todas las cosas, y es una fascinación, en este caso sí, triste. Una es la muerte de un niño, de cualquier niño, y no sé si es por empatía de especie –no cre...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Gil, Severiano
Formato: Online
Lenguaje:spa
Publicado: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia 2016
Materias:
Acceso en línea:https://revistas.uptc.edu.co/index.php/pensamiento_accion/article/view/5413
Descripción
Sumario:Dicen que la muerte es triste, y puede que así sea –según qué muertes y quién es el muerto—. Pero hay dos tipos de muerte que me fascinan sobre todas las cosas, y es una fascinación, en este caso sí, triste. Una es la muerte de un niño, de cualquier niño, y no sé si es por empatía de especie –no creo-o por no hallar respuesta para explicar el porqué de nacer para morir en seguida, no tiene mucho sentido la muerte de alguien que ni siquiera sabe lo que es morir, salvo que sea una decisión del Universo para producir dolor en los mayores que rodean al pequeño fallecido.