Summary: | Voy recorriendo el altiplano, de Tunja hacia Bogotá, paisaje conocido, pero siempre diferente, ya sea por los cambios en el clima, temporadas secas acompañadas de sol, o húmedas con lluvia o lloviznas persistentes, más típicas de las tierras altas; o por las intervenciones humanas, los cultivos en las suaves colinas y planadas; o por ese crecimiento actual acelerado de los pueblos, igual que el de la carretera. Lo que más cambia es el color, gamas verdes o amarillas. En las áreas cultivadas, mientras crecen las plantas, mientras florecen, cuando dan sus frutos y cuando son cosechadas, se hace visualmente evidente el sentido comunitario de los campesinos, al recorrer el cultivo, al recoger sus productos y depositarlos en los costales, que ahora son de coloridos plásticos.
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