Summary: | La definición de Estado nacional que Hans Kelsen expone en su obra clásica del pensamiento jurídico Teoría general del Derecho y del Estado lo caracteriza como organización política, que crea una comunidad nacional con el objeto de ejercer el poder político en el marco de un orden normativo válido para un espacio territorial delimitado, mediante el cual, se garantiza el principio de autodeterminación de un pueblo y su complemento necesario: la soberanía. Sin embargo, con motivo de los procesos de globalización, en particular, globalización de la economía de mercado, las decisiones más importantes que afectan al Estado se toman en los organismos económicos internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, con lo cual, los principios de autodeterminación y de soberanía propios de la clásica definición del Estado nacional son puestos en cuestión y se han convertido en una mera ficción. Ante esa realidad, la idea de una sociedad cosmopolita, postulada por Kant hace ya más de doscientos años, retoma su vigencia, salvo que ahora, a la distancia histórica, la propuesta kantiana debe ser implementada por la democratización de los procesos de constitución de un nuevo orden mundial. El presente artículo explora la posibilidad de fortalecer la democracia gracias a una reconstrucción de los principios de la Ilustración, aplicados a una sociedad cosmopolita mediante la práctica del poder comunicativo de los ciudadanos que, suponemos, producirá el desencadenamiento de las libertades comunicativas en el horizonte teórico propuesto por Habermas.
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