Summary: | ¿Cómo soltar amarras y dejarnos llevar por el ritmo de una sonrisa, más allá de la resignación y de la burla, allí donde el niño juega a hacer maldades, allí en donde Alonso Quijada pule sus armas del orín y del moho y allí donde el coronel Aureliano, mientras espera un telegrama, juega con un pescadito de oro en el bolsillo? ¿Cómo saltar en las sabidas transformaciones del camello y del león y entrar en la última, en la que el niño se afirma en su despiadada inocencia? ¿Cómo “no se ha de hablar como lo niños”? (Nietzsche, 1984, pp. 31-38).
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