Summary: | La apertura económica ha entrado en crisis y con ella los dogmas que la han acom- pañado. En el artículo se argumenta que la aplicación de las políticas económicas suele ser muy inconsistente. Y ello es cierto tanto para la sustitución de importacio- nes, como para la apertura. De la constatación de tales incoherencias se derivan dos conclusiones. Primera, una categoría como “modelo” es muy problemática porque hace referencia a un programa consistente y acabado. Y, segunda, el afán de cons- truir modelos ha llevado a la falsa creencia de que la economía puede manipular la realidad, así como el científico natural podría hacerlo en el laboratorio bajo ciertascondiciones. En lugar de buscar “modelos” alternativos, el artículo invita a pensar en soluciones menos atadas a la lógica casuística que suele acompañar los progra- mas de ajuste diseñados por la banca internacional, y repetidos por nuestros minis- tros de hacienda.
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