DECLARACIÓN DEL MONTE ÑIELOL

Rememoramosen esta declaración los 100 años de la Reforma Universitaria de Córdoba, Argentina, del 21 de junio de 1918, donde los estudiantes cordobeses se alzaron contra sus propias autoridades universitarias reclamando un “gobierno estrictamente democrático” y declararon, repugnados por una asambl...

Full description

Bibliographic Details
Main Author: de la Educación Latinoamericana - SHELA, Asistentes al XII Congreso internaciona Sociedad de Historia
Format: Online
Language:spa
Published: Sociedad de Historia de la Educación Latinoamericana y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia 2019
Subjects:
Online Access:https://revistas.uptc.edu.co/index.php/historia_educacion_latinamerican/article/view/9419
Description
Summary:Rememoramosen esta declaración los 100 años de la Reforma Universitaria de Córdoba, Argentina, del 21 de junio de 1918, donde los estudiantes cordobeses se alzaron contra sus propias autoridades universitarias reclamando un “gobierno estrictamente democrático” y declararon, repugnados por una asamblea universitaria vendida al mejor postor para elegir a un rector que automáticamente se vendía al poder político, que “el demos universitario, la soberanía y el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes”. Rememoramosen esta declaración los 50 años de la matanza de Tlatelolco en México, acaecida el 2 de octubre de 1968 en la plaza de Tlatelolco y mandada ejecutar por el presidente mexicano Gustavo Díaz Ordaz: unos 400 trabajadores, docentes y estudiantes asesinados por el Batallón paramilitar Olimpia, cuando defendían la autonomía universitaria y solicitaban el fin de la represión del Estado contra los estudiantes.  Rememoramosa todas y todos los estudiantes, docentes, trabajadoras y trabajadores de los sistemas educativos; a todos los estudiantes muertos durante los gobiernos militares o en matanzas como las de Iguala (2014) o Jalisco (2018), asesinados en defensa de una educación más incluyente, más justa, integradora, democrática, respetuosa, intercultural y capaz de convertirse en motor transformador de un urgente y necesario desarrollo social humano y solidario.Los representantes de la educación superior que aquí nos damos cita, reconocemosque las instituciones universitarias se originan, existen y se deben al conjunto de sus sociedades: a las mujeres y los hombres que con los impuestos que nacen de su trabajo, hacen posible el milagro de transformar la información en conocimiento, de generar un pensamiento crítico que beneficia el desarrollo social y sólo puede surgir en el marco de una autonomía universitaria garantizada. En consecuencia: