Conservación

Colombia, al ser un país ubicado en la región Neotropical y exhibir una variada topografía, tiene una alta diversidad de anfibios y reptiles. Uno de los ecosistemas con gran diversidad, en particular de reptiles, es el bosque seco tropical (bs-T). No obstante, debido a los efectos de actividades ext...

Full description

Bibliographic Details
Main Authors: Bedoya Cañón, María Alejandra, Camacho Rozo, Claudia Patricia, Flechas, Sandra Victoria, Forero Medina, Germán, Rueda Solano, Luis Alberto
Format: Capítulo de Libro
Language:spa
Published: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia 2021
Online Access:http://repositorio.uptc.edu.co/handle/001/4018
Description
Summary:Colombia, al ser un país ubicado en la región Neotropical y exhibir una variada topografía, tiene una alta diversidad de anfibios y reptiles. Uno de los ecosistemas con gran diversidad, en particular de reptiles, es el bosque seco tropical (bs-T). No obstante, debido a los efectos de actividades extractivas como la ganadería, la agricultura y el comercio ilegal, al menos 15 especies de anfibios y reptiles, que presentan parte o la totalidad de su rango de distribución en áreas de bs-T, incluido el Caribe insular, están bajo algún grado de amenaza. Por sus características biológicas (e.g. ectotermia y baja movilidad), los anfibios y reptiles son particularmente sensibles a la destrucción y degradación de su hábitat; de hecho, son considerados como buenos indicadores de los efectos de pérdida o disminución en la calidad del hábitat.  En Colombia existen actualmente  diversas estrategias para contrarrestar  dichas amenazas; por ejemplo, el establecimiento de áreas protegidas para la conservación de especies in situ, además del mantenimiento de especies en condiciones ex situ, permiten  mitigar  la pérdida acelerada de especies y poblaciones; sin embargo, aún persisten enormes vacíos en las políticas ambientales que contemplen, entre otros, mecanismos de vigilancia que permitan  generar alertas tempranas, como es el caso de aparición  de enfermedades  infecciosas.  Actualmente, las políticas se dirigen al control de actividades extractivas, las cuales, no son suficientes para mitigar la pérdida acelerada de especies.