Summary: | El uso de la biomasa y otras energías renovables para proporcionar energía y productos químicos de alto valor agregado, recibe cada vez más atención dado que pueden complementar los suministros existentes de materias primas y generar menos impactos ambientales. Las fuentes renovables de energía en todo el mundo (incluyendo la biomasa) representan alrededor del 19% de la energía total usada, y tienen el potencial de abastecer el 50% de la demanda mundial. La producción a gran escala de biocombustibles requiere el uso de biomasa lignocelulósica, dado que presenta una posible solución al mundo para renunciar a la dependencia de los combustibles fósiles. Esta materia prima presenta la ventaja de un bajo costo, gran abundancia, y no introduce excesivas tensiones en la industria agroalimentaria como otros tipos de biomasa (granos de cereal: como maíz, trigo, avena o cebada; oleaginosas; caña de azúcar, etc.) [1].Las materias primas que se derivan de esta biomasa, son muy variadas, incluyendo, la biomasa cultivada con tal propósito, restos de cosechas, restos de talas forestales e incluso residuos sólidos urbanos.
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