Summary: | Spa: Al leer la obra de un escritor tan prolífico como Eduardo Caballero Calderón, se percibe un compromiso social en el sentido histórico y social del mundo hispanoamericano en sus ensayos, de la responsabilidad política en sus novelas sobre la violencia colombiana de
mediados del siglo XX y, desde una perspectiva personal sus añoranzas por la “tierrita” con sus obras sobre la casa solariega o se podría decir, de la hacienda de Tipacoque, donde describe no solo sus recuerdos de infancia, por este motivo, a partir de la autobiografía familiar, hace una preciosista descripción de los campos de Santander y Boyacá, sin dejar de mostrar, a partir de una analítica observación antropológica sobre las tradiciones, las
costumbres y los modos de vida de las personas que habitan en las estribaciones del río Chicamocha.
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