Llama, lenguaje, ceniza: estaciones críticas del cuerpo, la literatura, el el erotismo y la visualidad

Spa: Las máscaras dramáticas de la antigüedad grecolatina, usadas bajo el enunciado dramatis personae, indicaban cuál era la índole de esas máscaras en tanto personas y, en consecuencia, en tantos personajes. El tránsito, en el epos trágico, y también en la comedia clásica, de la persona al personaj...

Full description

Bibliographic Details
Main Author: Garrandés, Alberto
Format: Documento de Conferencia
Language:spa
Published: 2021
Online Access:http://repositorio.uptc.edu.co/handle/001/7657
Description
Summary:Spa: Las máscaras dramáticas de la antigüedad grecolatina, usadas bajo el enunciado dramatis personae, indicaban cuál era la índole de esas máscaras en tanto personas y, en consecuencia, en tantos personajes. El tránsito, en el epos trágico, y también en la comedia clásica, de la persona al personaje, o del personaje a la persona, subrayaba algo en lo que no solemos reparar, inmersos hoy en sociedades más o menos tecnocráticas: la variabilidad del sujeto como máscara, como objetivación de sí mismo por medio de la máscara, como variación y como alteragonista con respecto a su propia voz. Entender las cosas de ese modo equivale a redefinir el sujeto y dibujar su condición de sujeto en suspenso, sujeto transitivo que se articula, pues, con varios sujetos activados simultáneamente, tanto en el rizoma de la identidad como, de manera mucho más compleja, en una identidad creativa de naturaleza proteica, cambiante, multiforme. La máscara es la persona. De ahí que las dramatis personae sean justamente el conjunto de los personajes, o sus máscaras. Persona viene de personare, que quiere decir resonar. El sujeto es porque resuena. Y resuena ante un auditorio y en un escenario.