Summary: | Spa: Desde el inicio de la historia se ha registrado “el impulso natural del hombre” en relación a como construía sus propias herramientas (satisfactores), mismas que
facilitaban su subsistencia para superar sus discapacidades físicas en relación a otras especies; basado en su talento innato de “suplir carencias con ingenio” (RICARD), con el tiempo algunos sujetos dotados de talento, de mejores capacidades y conocimiento, se especializaron en sus comunidades para asumir
la “práctica de la materialización de esos satisfactores” así emergen los artesanos. En la modernidad con los fenómenos derivados de la denominada “Revolución
Industrial” y la “formalización” de la práctica del artesano en la Academia, la sociedad consciente o inconscientemente, ha delegado esa “capacidad” en los
Diseñadores para la materialización de esos satisfactores -ayudas técnicas o sistemas vitales- que contribuyan a la consecución del bienestar y la condición humana. El concepto de producto aplicado a los sistemas vitales y de establecer mecánicas proyectuales basadas en criterios políticos y económicos a conllevado que to design (diseñar) o designar (designare, dar significado, dar forma) y sus efectos e impactos en la Calidad de Vida sea medido en los Países tan solo por sus contribuciones al producto interno bruto (PIB) y en las empresas por el estado de las utilidades/perdidas arrojado en el balance según el periodo de corte, que desde una postura crítica (social) convierte el resultado de la actividad del diseño
en simple utilitarismo, al objeto en una mercancía, a la sociedad en solo mercado y al Diseñador como esclavo de un sistema.
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