Summary: | Spa: En la localidad 5 de Usme en Bogotá (Colombia), durante la ejecución de obras públicas en el año 2007, con el pasar de una máquina retroexcavadora emergen del suelo vestigios arqueológicos asociados a la población nativa de los muiscas, habitantes del área del actual altiplano cundiboyacense durante los periodos Herrera y Muisca. Esta situación es resultado de la intervención adelantada por el proyecto “Metrovivienda”, una empresa del Distrito de Bogotá (hoy denominada ERU-Empresa de Renovación Urbana) orientada al desarrollo y transformación del territorio.
A raíz de este hallazgo arqueológico, algunos habitantes de la zona rural y urbana de Usme se unen para defender este patrimonio cultural y solicitan a las entidades locales y distritales los estudios correspondientes, basados en argumentos legales y acciones colectivas para detener las obras y evitar la
destrucción de los vestigios. Así surge una movilización social que contribuyó a gestar prácticas
patrimoniales dirigidas a preservar este sitio, a la vez que revivió anteriores luchas de la localidad y sus
alrededores, motivadas por la idea de mantener la autonomía del territorio, afectado por la conurbación
iniciada décadas anteriores; la movilización en torno al patrimonio arqueológico introdujo nuevos
discursos y acciones de acuerdo al tiempo y las circunstancias.
Esta investigación plantea analizar la movilización social como factor activador de la
patrimonialización, toma como caso el hallazgo arqueológico efectuado en la “Hacienda El Carmen”, un
proceso de más de una década de oposición en aras de protegerlo. A esta movilización, que en un principio
contó con pocos dolientes, posteriormente se unificaron más y más personas, lo que generó una entereza significativa que fortaleció el reconocimiento y valoración del patrimonio cultural de la localidad, y con
esto, la apropiación cultural de los bienes y manifestaciones que hacen parte de esta.
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